Historia

Contigo, 75 años

Nuestra “gran casa salesiana” nació de forma silenciosa y sencilla.

En el año 1945, se fundó el “Colegio de María Auxiliadora” en Zaragoza el día 29 de septiembre de 1945.

Don Lino Rodrigo, obispo de Huesca, dio permiso para que las salesianas fundaran en Zaragoza porque el Barrio de San José pertenecía entonces a la diócesis de Huesca.

El 29 de septiembre de 1945 llegaron a Zaragoza dos salesianas: sor Josefina García y sor Catalina Gardois. Se alojaron en las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Su cometido era estar al frente de las obras de un chalet adquirido en la Avda. de San José y allí mismo, iniciaron un Oratorio festivo, lo que ahora conocemos como Centro Juvenil. Llegaron a tener ¡350 niñas y jóvenes! Meses después se abrieron las matrículas para el colegio y el número crecía constantemente.

Y por fin, el 16 de septiembre de 1946, se iniciaba el primer curso escolar con un total de 197 alumnas y alumnos. El día 2 de octubre, lo hicieron las jóvenes obreras de la Formación Profesional nocturna.

El 12 de octubre, la nueva capilla de la escuela se estrenó con una Eucaristía por la festividad de la Virgen del Pilar.

Y el día 24 de noviembre, con el curso iniciado y las obras terminadas festejaron por todo lo alto la inauguración del colegio.

La primera piedra del nuevo edificio (el actual edificio de la Avda. San José) se colocó el 11 de mayo de 1952. Autoridades religiosas y civiles acudieron al acto. Después de colocar la primera piedra, el obispo de Huesca Don Lino Rodrigo dirigió unas palabras que la cronista recoge así: “Había sido siempre su preocupación el cuidado y asistencia del Barrio de San José y ahora se sentía contento y orgulloso al ver disipada su preocupación y realizados sus sueños teniendo a las salesianas.”

Y las obras terminaron. El nuevo edificio se inauguró el 4 de octubre de 1953. A este acto, entre otros, acudió el entonces alcalde de Zaragoza, Don José María García-Belenguer, quien tanto hizo por la escuela y las salesianas.

Una nota importante en la vida de la escuela, es el hecho de que a partir del curso 1965-66 no sólo las salesianas dan clase sino que empiezan a compartir la educación con profesoras y profesores. Primero fue Mª Isabel Viñau (antigua alumna). Luego, Antonio Ramón, Mª Paz del Molino (antigua alumna), Mª Teresa Gallego…

La Junta de padres se desvivió por el colegio.  El 18 junio 1967 se inaugura un campo de Baloncesto. El primer campo deportivo realizado por los padres.

En 1968 el Ministerio de Educación y Ciencia concede la subvención de 110 puestos escolares para Escuelas Profesionales. Por tanto, deberán comenzar pronto las obras para dichas Escuelas.” En 1970 se pueden realizar en el colegio los exámenes de cuarto de Bachiller porque se había concedido el reconocimiento del colegio como de Segunda Enseñanza.

Y después de 25 años, se ve la necesidad de ampliar la escuela. El 2 de marzo de 1972 se recibe la notificación de la Licencia de Obras para la segunda fase del colegio. Esta segunda fase corresponde a lo que actualmente es el pabellón de Infantil, ESO y Ciclos Formativos.

El día 13 de diciembre de 1973, llega la noticia de que la escuela ha sido declarada de Interés Social.

El 8 de enero de 1974, se estrenó los nuevos pabellones. La escuela se reestructura para dar cabida a todas las alumnas. Ocupan los nuevos pabellones las alumnas de Básica, Bachiller y Administrativo. Los de la Avda. de San José las preescolares, Obras Sociales y Oratorio.”

15 de septiembre de 1984 vuelve la coeducación. En noviembre de 1994, la escuela estrena teatro y pabellón deportivo. Dos cosas muy necesarias en una escuela salesiana.

El curso 2004-05 se inicia con una reestructuración en la escuela. Las clases de Infantil pasan a los pabellones de la escuela y las salesianas pasan a vivir a la Avda. San José. De esta manera, todos los alumnos están unificados en un mismo lugar.

Y día a día, curso a curso, llegamos a la actualidad. Pero aquí no acaba la historia. Todavía quedan muchas páginas en blanco para llenar, no de palabras, sino de vida. Una vida marcada por el Carisma Salesiano, el cariño a María Mazzarello, a Don Bosco y a María Auxiliadora que tan bien supieron transmitir nuestras primeras salesianas y que ahora somos continuadores salesianas, profesores y, por supuesto, los chicos y chicas del barrio de San José que llenan nuestras aulas y patios.