Un lema, una cita evangélica y una canción resuenan en todas las «Casas» de las Salesianas de España.
«CONFÍA»
La confianza como una actitud de vida, un modo de amar, que no solo me implica a mí o a ti, sino también a los demás y a Dios.
Confiar conlleva vivir con un talante de esperanza, en el otro, en mí, en Dios y en el mundo que me rodea. Confiar es creer que lo mejor está por llegar, que podemos soñar y construir un mundo más humano, en paz, desde el respeto y la solidaridad.
Confía en ti, en tus capacidades, en todo lo que, de bondad, de amor, de buena persona llevas dentro y que Dios ha puesto en tu corazón. Confía, porque «eres precioso para Dios» y estás llamado a descubrirlo y poner todo lo que eres al servicio de los demás.
Confía en el otro, en el que vive a tu lado y en ele que no está tan cerca.
Él también como tú es criatura habitada por Dios. Él ha puesto en su corazón la misma nobleza, la bondad, la ternura que reside en el tuyo.
Vivir en la confianza significa, por supuesto, confiar en mis potencialidades, pero no significa también confiar en las de los demás, incluso en las de aquellos cuya debilidad parece hacerlos significantes para el futuro de la sociedad. Dios nos lanza a creer en las potencialidades de la naturaleza humana y hacerlas visibles y creíbles en el mundo en que vivimos.
Conocer a los demás para confiar en ellos. ¡Qué gran tarea para este curso!
Confía en Dios, porque Él confía en ti, tiene un sueño para ti y te sueña precioso. Él lee tu corazón y sabe todo lo bueno que hay en él. Él te acompaña todos los días «hasta el fin del mundo» y te envía a ser «buena noticia» para los demás. dios te acoge y está siempre con sus brazos abiertos, dispuesto a escucharte, a ayudarte, solo tiene que dejar que te hable, te abrace, te consuele.
Dios nos regala la creación porque confía en nosotros.
La palabra «Confía», está acompañada de una imagen muy potente, un nudo, pero no uno cualquiera es el nudo del ocho. el nudo de ocho es considerado el más seguro para atarse a una cuerda durante una ascensión en nieve o en roca. Se trata de un nudo fácil de realizar pero que requiera toda nuestra atención porque en él se va la vida. Es un nudo que expresa: seguridad y resistencia. Su forma implica unión, pues el acto de atar un nudo implica unir dos extremos y esto simboliza la conexión y la unión entre elementos o personas. Expresa, además, eternidad, ya que su forma cerrada puede interpretar como un lazo que no tiene principio ni fin simbolizando la continuidad, la renovación o la permanencia. Por último, emana de este nudo la idea de la continuidad, la renovación o la permanencia, necesaria para lograr objetivos, superar obstáculos y enfrentar desafíos para alcanzar metas.
La palabra de Dios es clara: no estamos solos; Él nos acompaña, está a nuestro lado.